Es importante saber que estéril e infértil no son sinónimos. El primero hace referencia a la incapacidad de la pareja de conseguir un embarazo, mientras que el segundo se refiere a la incapacidad de llevar a cabo una gestación que acabe con un neonato sano.
Cuando el problema en la pareja es el primero, hay muchas cosas que se pueden hacer antes de recurrir a una FIV. Optimizar la alimentación, mejorar la salud sexual, programación de los días fértiles, la mejora de la composición corporal etc.
Es importante que todo esto se valore en ambas personas de la pareja ya que en el 50% de los casos de dificultad en concepción embrionario, son problemas relacionados con el hombre. Por ello la consulta que se realiza debe ser con ambas partes presentes durante la sesión.
En lo que respecta a la mujer es imprescindible el autoconocimiento para la búsqueda de los días fértiles (las apps de registro menstrual no son buenas predictoras). Es imprescindible llevar una alimentación y unos hábitos de vida adecuados que te aporten suficiente energía vital, además de un buen sistema inmune y cubra todas las necesidades nutricionales. Además de que te permita estar en tu % de IMC adecuado, algo que es personal para cada mujer.
Por otra parte, cuando se recurre a una FIV, conseguir un entorno receptivo para el embrión es fundamental. Para ello, es necesario conocer las características del ciclo menstrual en la mujer y optimizar los niveles hormonales en cada fase del ciclo.
El aspecto formativo en este punto es esencial en las consultas.
Bajo cita previa
Tarifa:
Sesión de 60 €
Sesiones de seguimiento 45 €